domingo, 22 de marzo de 2009

#21


Mirábamos al Sol caer, desde aquel lugar que es brisa y ecos lejanos. Se aferraba sin consuelo a esta jungla en movimiento pues sabía que tenía que obedecer al tiempo.

Había algo tan extraño, se sentía tan conocido. El espacio se podía cortar con las manos, una ligera y refrescante soledad.

¿Anochecer? ¿Será costumbre de los citadinos apagar los corazones? – Me pregunté en silencio.

Sin saber porque empecé a gritar:

“Se acerca la tormenta mis queridos pájaros de poca monta. ¡Arriba todos! En el cielo, escuchen atentamente esos gritos. Son los dioses que nos regalan un poco de su libertad. Subamos a los techos todos juntos. Subamos y gritemos por gritar, liberemos las cadenas de nuestra prisión, destruyamos la censura. Nos conquistemos, nos aborrezcamos. Seamos expresión nada más, dejemos de lado a la razón. Respiremos este frío viento que perpetuamente acaba. ¡Por favor dense cuenta que solo existe este momento!”

Muy respetuosamente la tormenta me dejo terminar aquel grito sin razón y comenzó a bailar su pequeño ritual. Ritual que todos desafortunadamente bien sabemos ignorar.

Y yo me dispuse a morir en sus brazos, una vez más…


Tema de Pototo
Intérprete: Almendra
Autor: Eldelmiro Molinari, Luis Alberto Spinetta

Para saber como es la soledad
tendrás que ver que a tu lado no está
quien nunca a ti te dejaba pensar
en donde estaba el bien,
en donde la maldad.
La soledad es un amigo que no está
es su palabra que no ves llegar igual.
Si es que sus sueños son luces en torno a ti
tu te das cuenta que él ya nunca ha de morir,
nunca ha de morir.
Al observar como muere la flor
tu verás que también muere la paz
es que esa paz revivirá en su voz
la flor te la dará para plantarla igual.
La soledad es un amigo que no está
es su palabra que no ves llegar igual.
Si es que sus sueños son luces en torno a ti
tu te das cuenta que él ya nunca ha de morir,
nunca ha de morir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario