domingo, 30 de abril de 2017

#233

Somewhere in between, where the whos and the dudes hide.
Lies the cristals of our fallen sun, sunken into the firm grasp of humanity's fears.
From dust we hold our destiny, at a tear drop away from existence.

"y vas a estar bien cuando el sol no nos vuelva locos." - Charly García


Hace mucho que el concepto del abismo no resume las instancias de este mundo.

De las manos sudorosas y frías que relamen deseos ajenos, perdidos en el cementerio de las novedades que conforman mi pueblo. Una ciudad muy urbana y obsesiva por donde la veas, ciudad que te persigue hasta en los sueños.
Criaturas del Sol, agobiadas por la semántica de su dueño. Los humanos y su impulsiva necesidad por escupir humo... Aquellos auto-proclamados marcianos de su tiempo.
Yo crecí en una ciudad que no recuerdo, fácilmente confundo nostalgia con inspiración. Son las 3 AM, desconozco el día de la semana:
Altas son las siluetas de obsidiana y ébano que dibujan falsos árboles gigantes de mármol mal prometido. Son inmensas estructuras de cemento en un cuadro de Van Gogh que perdió las estrellas.
Una vez me dijo un artista que llevo puestos unos viejos lentes de Dalí; Yo sólo supongo que soy, una pobre imitación de su tilde, en una firma que alguien falsificó.
No habría honor en el surrealismo si de definirlo se tratara, no existiría lugar para la rigidez de un paradigma tan soluble en el tiempo.
En la cresta del vapor, puedo cubrir la luna si tener que mover un dedo, pero sólo para mí.
¿Es el humo un artefacto para sentirnos nuestros propios dueños?
¿Será un chiste del abismo la fugaz existencia de su efecto?

Hace tiempo, en un lugar perfecto, comenzaba la historia de mi nombre y su segundo en el Universo.
En un barrio, salido de un cuadro que un niño pintaba repleto de verdes, en la Latinoamerica del Sur modesto. Allá por los años treinta.