lunes, 17 de septiembre de 2012

#110

Con una sonrisa a medio terminar, le dedico a mi tiempo una canción.
La repito cuando acaba y muy de vez en cuando busco alguna nueva.
Hablaba del amor ¿Y quién no?
Leí algo que decía: El amor... ¿Que miedo no?


La soledad es esa lágrima que no quiere salir, que vas a llorar después.
No podés evitarlo, te imaginas algún desenlace alternativo... ¿Qué hubiera sido si?
Necesitas estar en movimiento para no caer, necesitas de multitudes, ruidos y promesas de noche. Le pedís a tu ángel de turno una sinfonía de luces de ciudad, vientos de libertad y algún veneno por el cual morir.
Suspiras sin propósito temblando al elegir el camino a seguir, no te importa pero necesitas el movimiento. La dejaste sola y no hay más que decir, hay tragarse todo cuando no se puede escupir.
Reconstruís en tu mente lo vivido, en busca de alguna explicación, algún ticket de vuelta hacia esos momentos claves, una cura retroactiva para alma.
No hay nada más que decir, hay que saber aceptar al muerto. Hay que saber cuándo morir.
Intentás algún contacto cobarde y te arrepentís, esperás respuesta que nunca llega.
No podés creer el tiempo que pasó, hay veces que pienso que la vida no se da un momento para disfrutar.
La soledad es esa lágrima que no quiere salir, que vas a llorar después.

martes, 11 de septiembre de 2012

#109

A: Tengo frío.
B: Yo tengo un desequilibrio espiritual muy groso.

¡Si! Te levantas y el mundo esta a tus pies, de cabeza pero a tus pies... Un gran vacío en el tiempo llena tu mente y de repente: ¡Boom! Aparece ese dolor punzante, hay cierta hipersensibilidad y algún arrepentimiento mentiroso, sea un martes de mañana y tarde o un miércoles con aires tormenta y noche... Tu cuerpo te dice al pasar que estas perdiendo el último de esos trenes atrasados, mas no importa vos sabes que no llevan a ningún lado y que todo se puede disimular.

El capitán suspiraba maltrecho entre rebuscados recovecos de humildades pérdidas por alguna que otra sobredosis de paz. Sus auriculares impedían el esfuerzo de ignorar al pobre vendedor y su discurso, aún así quiso ofrecer alguno de sus fatuos papeles, pero el vendedor orgulloso de su incomprendido talento le dijo: “¿Por qué? Si no escuchaste nada de lo que dije.”
El capitán siguiendo aquel suspiro dijo: “No es importante, nunca se saben los detalles.”
Aceptando su locura no dispuso una palabra y en modo de respuesta tomó el dinero, luego se perdió y el capitán siguió ese mundo tras el cristal buscando perderlo todo en alguna que otra sobredosis de paz...

¿Construiste alguna historia hoy? ¿Dejaste caer al Sol?
¿Encontraremos aquel camino que nos llevó a ese pueblo donde el mar se hunde en un cielo que duerme?

We welcome the spring with our arms wide open and our hearts willing to break the ground, we welcome the change... This is our lullaby for the winter!