domingo, 28 de agosto de 2016

#228

Vivía en un mundo donde a un pueblo lo había elegido Dios.
Presumía a veces la música de su sabor cuando dolía. Me presumía hoy.
Yo, vivo retrato apresurado del famoso entumecido y su cuarto de hotel en trizas.
Yacía junto a un sentimiento feliz, sumergido en la preponderancia de lo abstracto
.
No iba de superar el párrafo anterior, no iba de poder con su máquina de escribir sin tinta y una pluma demasiado virgen.

Es que las carcajadas de Dios tomaron forma y fue de abismo.
Y fue así que los humanos aprendieron del humor: A puras carcajadas del abismo.