domingo, 9 de julio de 2017

#234 - Sombras 2 bis

Había pasado cierto tiempo ya, desde que ese creador había desatado sus contracturas en este cielo.

Era un suburbio en el centro, en la plaza de ese pueblo. Situado entre calles diagonales, de trafico voraz, de fauna intransigente.
El fermento de la orina mal correspondida, cresta de ebriedades lujosas en licores importados, acentuaba la pintura que invocaba mi rutina.
Mi cliente y su figura, tan embebida en sus problemas, me suspiró una pista para continuar este relato y de colateral mi vida. Ese cliente no sabia el daño que causaría a esa disyunción colectiva que los dueños del saber buscaban imponer como límpida optimista, y cuasi fabulista, hora de noticias.
Unos pasos y unas chispas, una cesárea tras otra, un devenir en humo y ecos. Lejos estaba de saber si, en su primera media vuelta, mis agujas habrían de negar ese minuto por cuadra.
Quizás algo me detiene - Pensé.  Quizás sea quien busca mi cliente.
Debía de ocultarme y observar, debía de beber para esperar. Después de todo, no hay nada más sospechoso en esta ciudad que un sobrio buscando en la multitud.