lunes, 17 de septiembre de 2012

#110

Con una sonrisa a medio terminar, le dedico a mi tiempo una canción.
La repito cuando acaba y muy de vez en cuando busco alguna nueva.
Hablaba del amor ¿Y quién no?
Leí algo que decía: El amor... ¿Que miedo no?


La soledad es esa lágrima que no quiere salir, que vas a llorar después.
No podés evitarlo, te imaginas algún desenlace alternativo... ¿Qué hubiera sido si?
Necesitas estar en movimiento para no caer, necesitas de multitudes, ruidos y promesas de noche. Le pedís a tu ángel de turno una sinfonía de luces de ciudad, vientos de libertad y algún veneno por el cual morir.
Suspiras sin propósito temblando al elegir el camino a seguir, no te importa pero necesitas el movimiento. La dejaste sola y no hay más que decir, hay tragarse todo cuando no se puede escupir.
Reconstruís en tu mente lo vivido, en busca de alguna explicación, algún ticket de vuelta hacia esos momentos claves, una cura retroactiva para alma.
No hay nada más que decir, hay que saber aceptar al muerto. Hay que saber cuándo morir.
Intentás algún contacto cobarde y te arrepentís, esperás respuesta que nunca llega.
No podés creer el tiempo que pasó, hay veces que pienso que la vida no se da un momento para disfrutar.
La soledad es esa lágrima que no quiere salir, que vas a llorar después.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario