En esa inmensidad de luces intermitentes hay alguien más.
Iba a escribir algo sobre mi verdadero sueño: Vagar a través de mi ciudad querida, prisionero en una noche espesa en frecuencias y amplitudes, harto desierto de taxis libres y voces vagabundas.
Sueño que cumplo cada vez que puedo y vuelvo a soñar cuando recuerdo que no puedo ser tuyo ni de nadie más.
Verán de niño no quería nada más que observar el telón plateado que bajaba sobre mi ciudad, pues eterno enamorado de la Luna fui cuando entendí ese particular amor que se da en las miradas perdidas en la distancia.
No estas sólo, no tenes que imaginar.
Imaginar, imaginar e imaginar.
Mi verdadero sueño: Observarlo todo en cualquier lugar.
Ser la Luna.
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