jueves, 1 de mayo de 2014

#170

It's just another night under the influence. 

Caminando cabizbajo, con la mirada fija en el reflejo de la luminaria sobre el asfalto mojado del barrio viejo. Una campera de cuero marrón oscuro con unos cuantos años atrás, unas botitas negras All Star y un pantalón cuyo color no puedo terminar de recordar: Mi vestimenta.
No había atestiguado la lluvia, tampoco lo había hecho la Luna, la noche presentaba espesa su naturaleza: La densidad palpable de la oscuridad adherida a la humedad conducía en la medía justa el sonido de los autos al golpear aquellas masas de agua hacinadas en los baches de siempre. 
Mis pasos ocasionalmente encontraban su lugar entre azarosos y erráticos Si Bemoles que las bocinas de aquellos autos desprendían alertando, a quienes pudieran escucharlas, sobre vaya a saber qué. 
Y yo que andaba sin auriculares le hacía oídos sordos a mi destino... Destino al que supe llegar, tres cuadras y media después de abandonar el hogar y subiendo hasta lo más alto pude observar un paisaje de luces intermitentes: Allá, donde nacen los ruidos extraños, en la lejanía de este desierto de imperfecciones.

Aún así era optimista: Es sólo una noche más bajo la influencia.

Amaba mi papel y el telón subía.



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