domingo, 6 de abril de 2014

#166

Una y otra vez por una y otra vez más. No hay para siempre, hay una y otra vez, presente.

La eternidad ya pasó en los conceptos del diario de hoy, la eternidad terminó.
Y no nos dejó piel de gallina como ese trailer de nuestro destino que nos hacían ver de niños.
Hay gente rara en la web, hay gente en si que es una red.
Dicen que somos descendientes de vaya a saber quien, que no somos de acá. 
Yo digo que hay que saber amortiguar las palabras que completan tu nombre.
Yo digo que hay que cantar un poco mas allá, aclimatarse con la humedad.

Que si me pongo lejos del Sol eventualmente el frío se apoderará, que si me siento en su regazo del calor transpiraré y no me podré aparear.

Que los lentes de Sol opacan su nombre, reducen al Sol. Son los hijos adolescentes de una relación que nunca se encontró, son aquellos libros a medio abrir que buscan deformar a sus padres en ellos mismos: Son los típicos lentes de Sol.

No se si será mi Dios, no se si hay cosas que den más alegría que un gol en el momento justo. No se si hay algo que deberíamos cambiar, no se cuando hay que dejar de gritar y empezar a susurrar. No se mentir sin hablar.

¿Por qué seguimos el absurdo ejercicio de querer volver al pasado y cambiar? Si no hay otra cosa que una y otra vez más, si no hay para siempre.


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