lunes, 29 de octubre de 2012

#112


Que en la noche me encuentro,
como un puerco-espín alado,
con su aliento de recuerdos,
que son perlas de más finura que mi arena... 

Tu arena,
la que pierde entre mis manos,
esas manos, tus manos,
que sabían dar más besos que esa brisa de tormenta,
y el silencio,
expresado entre caricias,
tartamudo en decisiones,
infantiles en recuerdos.

Que en la noche me confieso,
frente al cielo en pleno plexo,
desnudándome a esa voz,
que me habita y acompaña,
que me engaña el inconsciente.

Inconsciente,
que pecando de inocente,
no recuerda ni desmiente,
su pasado y mi presente.

El presente,
que dejaste con tu boca,
que bailaba entre la ropa,
que sabíamos perderlo,
que jugamos al momento.

Que me inspirás. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario