Recuerdo una tarde plomisa de abril, y esa cancion cual espejo retrovisor en carretera me iba avisando lo que ya habia pasado desapercibido. Era un mar de emociones esa tarde, era ver morir al verano de la mano de mi abuela clara, que tomaba mate con los pies porq le faltaban las manos. Mas no te asustes, no llegue a la última depresion, pude tomar un clona con vino y colorear con sonidos unas manos para mi pequeña abuelita, y fuimos lisergico-felices, orinando primaveras de mojito malibu y caramelos sugus...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario