Segui pensando en vos por un rato... Fui a la cocina para prepararme un té. Puse la pava y prendi un fósforo pero al dar el gas no encendia la ornalla. Despues de pensar mucho me di cuenta que me habia equivocado de ornalla, el gas salia por otro lado... Pense: "¿Para qué tantos calculos si nos equivocamos en cosas tan simples?".
Mientras todo el planteamiento de tomar té se sucedia, apareciste en un escenario.
Gritabas como queriendo decir algo, lo deseabas tanto como yo; pero aun así teniamos miedo, vos de la respuesta y yo de la pregunta... Y asi quedamos solos una vez más, entre declaraciones de cariño y sublimes toques de amor.
Cuando por fin algo se decidia, los murmullos interminables no nos daban el ok... Y asi quedabamos solos una vez más, ante el ojo critico de la envidia y cuchicheo de los curiosos.
Algo nos impide, algo metafísico, algo infinito y poderoso como el vacio mismo, algo ignorado y querido. Siempre hay algo.
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