Todavía no recupere la mirada, se que te acordás de aquel bar y de mi mirada perdida. Sabes por ahí pasa que alguien me la devuelve, nunca se quien es, siempre pasa de largo y en el instante del regalo me olvido de todo, no necesito preguntar. Nunca puedo saber quien es.
¿Quien te suelta de vuelta nene?
Pasa que necesito un... No, espera lo que pasa es que quiero viajar en auto por una noche de invierno, quiero poder prender un pucho y abrir la ventana sin sentir ni el frío ni el viento volandome la ceniza y el pelo. Mentira, quiero sentir el viento pero no me toques la ceniza.
Estar en equilibrio con las cosas que voy haciendo, creo que de eso se trata. Si, capaz que sale todo bien, se va dando que se yo. A veces pasa que también fallan las ganas sin razón alguna.
Tranquilamente te la podes pasar todo un verano leyendo la misma revista de electrodomésticos cuando vayas al baño y siempre te vas a olvidar los precios al tirar la cadena.
No hay objetivo, no hay compás que guíe, tan sólo helicópteros tarados y perpetuos escupiendo ruido. Nada suena como los helicópteros, claramente.
Y olvidate de tomar un colectivo, no son colectivos.
A veces pasa que estas vos, tus auriculares y el universo.
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