jueves, 11 de agosto de 2011

#94

Levantado estoy, digamos que fue un duro dormir…

¿Por qué será que abrimos los ojos como Luna llena ante una muerte pero los mantenemos cerrados durante toda nuestra vida?

El caminante suspiró hacia la longitud del camino, ya no sabía distinguir verdad de realidad… Sabía que la delirante reflexión de su propia existencia, motor del caminante, habría de volverlo loco… En su mente, un sol de ocaso nunca terminaba de recordar su melodía y se dormía entre un desierto laberinto de acantilados…

Ando con ganas de tomarte vino, no sé que te preguntarás en tus momentos.

Ando con ganas de tomarte vino, no es casualidad este viento.

La eternidad de este frío desconsolador despierta un más allá en las miradas, así se anima, así sale a bailar la noche.

Y poco a poco caerá esta condición y poco a poco volverá… Aquí estaremos no tan victimas de la eterna disputa.

Ando con ganas de tomarte vino, escucharás alguna vez tantos lamentos.

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